Bulti 


Bulti apareció un día y decidió que Vera era su mamá. Fue amor a primera vista a través de la red de seguridad. Así que hicimos lo que había que hacer: dejar un camino de comida de gato que lo guiara hasta el interior de la casa. Él dice que eso fue un secuestro, pero la realidad es que no intentaría salir ni aunque dejáramos todas las puertas abiertas.

Aun tiene algunos problemas de confianza y le dan miedo las situaciones imprevistas, pero con el tiempo ha permitido que nos acerquemos y lo acariciemos cada vez más. Ahora mismo está aprendiendo a dar besitos.

Acaba de presentar una demanda para que se reconozca legalmente que él es el único hijo legítimo de Vera, y el más bebé de todos los bebés.

Hola, quiero mimos. PERO CON LOS OJOS, ATREVIDA, NO ME TOQUES.

Hola, quiero mimos. Te juro que esta vez te dejo tocarme, pero movete leeeeento.

Hola, escuché que abriste la heladera, ¿qué hay de rico?