Misha
(Mishi Mishi)
Misha tenía dos meses cuando, un día, no lo encontrábamos por ningún lado pero escuchábamos sus maullidos llamándanos. ¿Quién en su sano juicio miraría hacia arriba para buscar a un gatito de dos meses? Pues resulta que estaba arriba de un ropero, a más de dos metros de altura. Desde entonces siempre busca el lugar más alto que pueda encontrar, y desde ahí mira a los demás con superioridad.
Toda esa fachada de gato distante cae cuando ve a alguna de sus mamás. Misha necesita lamer el cuello de su mami antes de dormir. La decisión más difícil del día es si dormir en posición de sombrero o de bufanda. Y además tiene una agenda muy apretada al tener que repartir su tiempo entre sus mamis.
Está muy orgulloso de su cola, sus patas y las manchitas de su cara. Pero no es pretencioso. De hecho, él preferiría comer la comida más barata y de peor calidad que existe.
Amo a mi mami. Amo a mi otra mami. Amo a mis mamis y soy bebé. Ehhh, digo... soy grande, fuerte e independiente.
Tengo sed pero no hay hielo en la fuente, supongo que moriré de deshidratación.
Mami mami mami mami besitos mami mami mami